Por: MSc. Gretys Prada Matos

La vida transcurre mediante un proceso de interacciones comunicativas con nuestros semejantes a través del lenguaje donde adquiere gran valor la producción y recepción del mensaje que enviamos a otros.
La eficacia en el uso del lenguaje, no solo depende de los conocimientos que tengamos de las estructuras lingüísticas y las normativas de nuestra lengua, sino del uso que hacemos de ellas para comunicarnos en dependencia del contexto sociocultural, la adecuación al tipo de discurso, al igual que el desarrollo cognitivo, afectivo emocional, motivacional y creativo de los individuos.
Cuidar la lengua que hablamos, nuestra lengua materna, significa hacer un uso apropiado de nuestro lenguaje en diferentes contextos a través de la expresión oral, la expresión escrita, la comprensión auditiva y la comprensión lectora.Habilidades comunicativas esenciales para ser hablantes competentes en la lengua en uso.
Velar por el cuidado de nuestra lengua significa también otorgar importancia a las normas de urbanidad y buenas maneras esenciales en toda cultura para el trato social, donde la cortesía es esencial a través de las fórmulas rutinarias o psicosociales para saludar, agradecer,despedir, disculpar, pedir permiso y para mitigar actos directivos, cuya fuerza ilocutiva podría atentar contra la imagen positiva de los hablantes en la interacción.
De modo que solicitar consejos, realizar una orden atenuada, felicitar a otros por sus logros, agradecer un gesto amable, disculparse por un error y dar el tratamiento adecuado, son requisitos elementales en las interacciones comunicativas.
La lengua que hablamos nos identifica en nuestra sociedad y es expresión del patrimonio cultural de los pueblos. El patrimonio lingüístico ha de cuidarse con esmero, como es la oralidad a través de las décimas,la herencia de los refranes y enunciados de valor específico, los modismos y expresiones populares arraigadas, que se mantienen de generación en generación y que son el reflejo de la cultura e idiosincrasia popular.
La herencia cultural africana y española se refleja en nuestra lengua en una simbiosis perfecta con nuestro aruaco insular. Al referirse a la influencia heredada por los colonizadores españoles, el escritor Pablo Neruda expresó:
“Qué idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos. Estos andaban a zancadillas por las tremendas cordilleras, por las Américas escrespadas. Por donde pasaban , quedaba arrasada la tierra. Pero a los bárbaros se le caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes: el idioma. Salimos perdiendo…, Salimos ganando…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro. Se lo llevaron todo y nos dejaron todo.Nos dejaron las palabras…”
Nuestra variante cubana del español, nombrada Español de Cuba, resultado de la influencia de formas andaluzas y populares, con el aporte aruaco de los aborígenes y de la lengua subsahariana como influencia africana, conforma una variante única y distinta al Español Peninsular y es reconocida desde el siglo XIX como factor de nuestra identidad nacional.
La forma que escogemos para transmitir nuestras ideas y pensamientos revela quiénes somos y cómo somos. Nuestra actividad, nuestra actuación e interacción con otros, influye en nuestro entorno social.
Nuestras manifestaciones lingüísticas constituyen habla viva y son el reflejo de nuestros comportamientos y actitudes en las interacciones comunicativas. Hablar correctamente, con adecuado tono e inflexión de la voz, pronunciación y gestualidad, comunica nuestra identidad como individuos en la sociedad y nos distingue de otros, de acuerdo con el uso que hacemos de las variedades lingüísticas, distintivas de las zonas geográficas de nuestra isla.
El lenguaje coloquial o conversacional, distendido y relajado es muy rico en expresiones populares, frases hechas, refranes y dicharachos que nos identifican como cubanos. La alegría de los cubanos se manifiesta a través de la música popular, el folclor, el refranero popular, los pregones que día a día nos circundan en la algarabía de los barrios, en la cuadra y que son evidencia de la sabiduría popular e idiosincrasia de nuestro pueblo.
Hablar bien, sin importar el registro de lengua empleado por nuestros hablantes, dígase culto,formal, informal y sin ampulosidad en las expresiones, debe estar depurado de vulgaridades, chabacanería e indecencia, pertenecientes al lenguaje vulgar.
Los Ministerios de Educación y Educación Superior, instituciones rectoras de la enseñanza media y enseñanza superior, a través de las universidades y las instituciones de los distintos niveles de enseñanza, implementan el Programa Rector para la enseñanza de la lengua materna en nuestro país.
Por su parte, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) en España, la Academica Cubana de la Lengua, el Instituto Cervantes en España y el Instituto de Literatura y Lingüística en Cuba, fijan y normativizan las políticas lingüísticas para los usos de la lengua y recogen en los diccionarios de lengua los usos comunes y nuevos términos que surgen en la lengua tanto en una, como en otra variante.
En la Universidad de Granma como institución de la Educación Superior se trabaja de manera intencionada en el tratamiento a nuestra lengua materna, desde las disciplinas y programas académicos en las diferentes carreras según los perfiles de estudios y se perfecciona esta labor a través de las cátedras de lengua materna y el trabajo del CRAI en los campus universitarios.
Vale resaltar el significativo trabajo del Departamento de Español Literatura en el Campus Blas Roca Calderío, cuyo colectivo de trabajadores se esmera en la proyección de estrategias desde las clases de lengua,la interdisciplinariedad, la concreción de proyectos de investigación, eventos y talleres científicos de lengua materna con una amplia trayectoria, encaminados a la salvaguardar y prestigiar nuestra lengua materna.




Con motivo del Día del Idioma Español en virtud del aniversario del más grande de las letras españolas, Miguel de Cervantes Saavedra, la comunidad universitaria de Granma honra su legado con la premisa de seguir defendiendo y protegiendo nuestra lengua, bajo el paradigma martiano de ” Háblese sin manchas”.
