Por: MSc Guillermo Enrique Ortiz LLovet. Prof. Asistente
MSc. Yaniusky Trinchet Ávila. Prof. Auxiliar
La historia de la patria es protagonista del papel desempeñado por la mujer cubana en diferentes etapas del proceso revolucionario, como combatiente, enfermera, mensajera, rezón por la cual José Martí expresó:“Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer, pero cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible”, tomado de: Mujer en Revolución, Sección de Historia, Dirección Política de la FAR,1974,p.5.
Motivados por el valor de la mujer, los autores escribieron la historia de vida de una revolucionaria: Elba Solano González, destacada Combatiente del Consejo Popular Entronque de Bueycito donde está enclavada la Universidad de Granma. Una revolucionaria que se desempeñó como Combatiente en la etapa de la Guerra de Liberación Nacional (1956-1959), nació en la comunidad de Barranca procedente de una familia campesina humilde, que fue víctima de los males de los gobiernos de turnos en la República Neocolonial.
Se incorporó a la lucha clandestina en 1957, fue miembro de una célula del movimiento 26-7, una de las primeras misiones fue confeccionar los brazaletes de los combatientes de la zona, participó en 1958 en el traslado de un armamento de Holguín a Pozón para la tropa de Juan Manuel Figueroa, alias el Chino; formo parte del combate de Palmarito a Bueycito bajo el mando del teniente Grado González Rodríguez , también participa en el combate de los Cayos dirigido por René Verdecia en el cual cayó en combate Ramiro Benítez, cuando el Che toma el Cuartel de Bueycito junto al mártir Luis Torres Garlobo y, la combatiente Elba Solano González coloca la bandera del movimiento 26-7.
Al triunfar la Revolución, la patriota fue reconocida por la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, se le otorga el carnet, medallas y condecoraciones que identifican su labor como Combatiente.
En los momentos actuales a la edad de 89 años,la acompañan dos hijos y cuatro nietos y a pesar de su edad, aún realiza aportes a la Revolución, es integrante de la Junta Directiva de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Ramiro Benítez de Palmarito y como productora se destaca en la entrega de producciones de frijoles y maíz.
La participación de la combatiente no es un hecho aislado, se inserta en la Historia de la Localidad, forma parte de las acciones desempeñadas por las mujeres cubanas en la última etapa de la Guerra de Liberación Nacional en el territorio que hoy ocupa la Universidad de Granma y constituye un antecedente de una de las líneas del Proyecto Institucional “Pensar la Guerra de Liberación Nacional y la Defensa de la Revolución desde la Región del Oriente Cubano en la Educación Superior”(1953-1967), del Departamento de Historia y Marxismo Leninismo de la Casa de Altos Estudios.
Así son nuestras mujeres cubanas, valerosas y sensibles. Digno homenaje.
Muy de acuerdo, que sería el mundo sin nosotras, las mujeres. Muchas Felicidades a esta gran guerrera del tiempo, que todavía en nuestros días brilla con luz propia y sirve de ejemplo a las féminas de Cuba y del mundo.
Gracias por existir, gracias por darlo todo, gracias por tu entrega.
Te admiro.
Profe Rosy del CUM Campechuela.